jueves, 17 de septiembre de 2015

- A mi padre-
...
Aquellos extensos campos de naranjos olían a azahar, tierra húmeda,
aire fresco, hierbabuena, romero, y a tu sudor, que como por un sendero,recorría toda tu frente, marcada de bellas arrugas al sol de aquel basto terreno.
Labrabas la tierra prodigiosa, mezclándose tu cuerpo bello con todos los olores, eras pura esencia. Tu perfume, el néctar que yo bebía y esos gajos de naranja que saboreábamos juntos, sabrosos, perfectos.
Removías la tierra con tu azada, todo el líquido que corría por tu frente y tu rostro se me contagiaba; muchas veces hacía un espeso calor, otras un hilo de aire fresco recorriendo nuestros cuerpos húmedos. Me enseñabas a coger la azada, yo lo hacía muy torpemente, me sentía importante, trabajando a tu lado.
Hacías caballones, montañas de tierra en hileras perfectas, separando unas tiras de naranjos de otras, luego entraba el agua a mares, encharcándolo todo, mezclándose con todos los elementos y mojando nuestras zapatillas,hundiéndose nuestros pies y dejando nuestras huella marcadas.
Aquel sentido del gusto y del olfato en nombre propio, nunca ya lo perdí, aveces viene a visitarme por medio del halo del aire que respiro y dejando salir libremente mis recuerdos, siento mucho placer, un placer inmenso que me abriga y me reconforta.
Aun puedo ver tus enormes manos, trabajando, removiendo esas tierras que te envolvían en tanta belleza, aun puedo oler a naranja mezclada con tu sudor:Azahar, rosas rojas, flores silvestres.
Cuidadoso trabajo, duro, tenaz, generoso.
Amor, todo en aquellos campos trabajados por ti era puro amor.


martes, 8 de septiembre de 2015

Desafiante luna

La profunda luna
densa y creciente
que me vacía por dentro
inteligente, desafiante,
aguda luna.
Ensortijada de diamantes,
de cuello que luce a nácar,
dibujo tus cráteres
en mi afán contemplativo;
bien perfilados, perfectos, bellos.
...
Tu plácida luz alcanza mis sentidos
acariciando esta tierra que piso
dándole forma, brillo y color,
como espejo vaporoso y erguido
me devuelves difuminada
mi propia imagen.
La mitad de mi ser
es puro dorado de luna
y me rompo a trocitos minúsculos
entre suaves sonidos de cristal,
te bailo una música suave,
infinidad de percepciones de mí misma.
...
En la noche y su mágica fuerza,
adentrándome en su misterio,
estoy serena, difuminada,
mis locuras se las lleva consigo
a un lugar apacible y seguro.
Astro en el cielo bien trazado
tus rayos sosegados y blanquecinos;
te observo entre lágrimas
que esconden plata,
plata y luciérnagas,
sonrisas bajo velos transparentes
azulados tenues y delicados,
sueños rotos de papel
amarillento y mojado,
barquitos que se ahogan
en los charcos de una ilusión.
Fantasías que cabalgan lejos,
muy lejos.
...
Tu belleza ingenua, danzarina
marcando mi paso entretenido.
Descanso en un jardín
de hierbas y piedras mojadas
que no duelen ni al cuerpo
ni al alma.

Te observo cálidamente
eres una bruja descalza
sabia, mágicamente blanca
que envuelves mi espíritu
en sueños recientes.
Ahora descansaré en paz
sintiéndote agazapada en mi alma
hasta que me abrace el día.