jueves, 18 de febrero de 2016

En tu paisaje  


En tu extensa tierra
humana y pacífica
me siento viva y en paz.
En tus profundos mares
sublimes y tranquilos
me siento aderezada
y comulgo con tus caricias
y tu sabor
a transparencias y a sal.
En tus rocas robustas
y descalza entre su solidez
me siento libre, enlazada a tus huesos.
En tus elevadas montañas
de espesa hierba y pinos robustos
me siento como una chiquilla,
capaz de mover los vientos
y de multiplicar el silencio.
Entre tu perfilado cuerpo
como ninguno
me siento torpe,
tu me haces sentir
como un cielo limpio y azul amándote.
En tu arena ciega y seca
me descubres y siento vergüenza,
nos rociamos a besos
y yo siento y callo.
En tus azotadas tormentas
me siento en calma,
mis cabellos acariciando tus muslos,
nuestras sangres circulando
a una misma temperatura.
En tu brisa
me visto de madrugada
penetrando en mi alma
una música suave,
un sueño dulce.
En tus lágrimas,
que son las mías
me siento ligera de equipaje,
los dos sonreímos y lloramos
cuando la electricidad nos envuelve.
En tus mañanas doradas
tu cuerpo despide luces,
yo las ahogo con mis caricias
y en mi espíritu cae la noche.
En tus noches oscuras
me abrazo a tu piel de mañanas,
me abro a tu extensa luz
y en mi alma se despierta el día.

lunes, 1 de febrero de 2016


Etérea mujer

Querida mujer de marfil, estás ahí erguida y esbelta como una esfinge en el templo de los sueños de una sociedad, tu creadora, que te corona con laureles y te pone flores a tus pies perfectos y frescos.
Todo el pueblo te admira: tus tobillos finos y delicados, tu pubis poblado y soñado, tus caderas bien pronunciadas, tu cintura estrechísima, tus pechos prominentes descubriendo su hermoso canalillo, tus espaldas anchas de puro gimnasio que saben a mares de tus sudores salados, tus hombros alzados, tus muslos hermosos rociados a besos, tus brazos y piernas delgadas, tu tez brillante de una belleza impalpable, tu frente púrpura, tu perfecta altivez, tu hermosa y amable sonrisa... Se te adivina inteligente.
...
Mujer de marfil, eres el perfil que atesora el alma y los huesos de muchos hombres, que te sueñan a voces, aunque nadie observó nunca que tu mirada está triste y que en la intimidad lloras hielo en sangre, que tu alma está vacía de tu uniforme de reina que quiere escapar de ese trono de luces, pero mustio y sin vida. ¡Y te llaman mujer!
Yo salgo a la calle, no voy a verte porque se me encoge el alma de tu aspecto a zanahoria y yogur. Veo pasear por la acera a infinidad de mujeres: altas y esbeltas, como pinos observando el cielo, prominentes como multitud de pensamientos en flor, estrechas como pájaros que suavemente al ohido te silban, inteligentes como a veces estúpidas, estúpidas con ideas geniales, bellas como océanos pero lejanas, feas con sabor a miel y almendras. Todas ellas llenas de vida, lo veo en sus ojos, pero en ninguna de ellas te descubro a ti, que te encuentro en la prensa rosa, en televisión e Internet y en la gran mente de una sociedad que nos esclaviza.
...
Mujeres que un día amamantaron a sus hijos hoy visten sujetadores que realzan sus pechos y jerséis que enseñan sus canalillos, en ellos descubro la flor de unas mamas mustias, que se descuelgan. Otras optan por la cirugía y cuando se acerca el verano las farmacias se enriquecen con sus milagrosas dietas, en pocos días hay que estar en forma.
Querida mujer de marfil, todos te admiran, nos tienes atrapadas en tu ilusión de belleza pulcra y perfecta, pero lo que más me duele es que antes podías ser imbécil, pero hoy te quieren inteligente, dos en uno, como el detergente y el champue.
Tu cuerpo esbelto es frío y oscuro como las noches frías de un invierno. Nadie te quiere realmente, tan solo eres un sueño, una sombra, de ningún modo eres una mujer, eres el ilimitado cielo de una sociedad vacía u hueca que solo hace culto a ti y comercia contigo.
Pero yo lo veo en tus ojos, estas sola.

jueves, 10 de diciembre de 2015

Inspiración

La inspiración cuando llega
es de un rojo encendido
como la sangre,embriagándote,
impregnándolo todo
hasta explotar en imágenes, palabras.
Arcilla suspirando en besos de plumas,
pintura derramada, fiebre intensa
llevándote a la vida
y a la muerte de la pasión
...
Pinceladas finas y gruesas,
oro y plata en azul
firmamentos quietos y esmaltados
música que viste a tu alma de domingo,
sueños de tela desgastada de arlequín.
Sombras y luces, caminos itinerantes,
belleza que anda durmiendo
fealdad que despierta.
...
Ojos desnudos que todo lo ven
Vidrio sonoro, despertares de cristal,
cuerpos tiernos, densos e iluminados
por unas bellas manos
o un alma trastornada.
...
Telas manchadas de barro
hojas de papel en tinta negra,
el puro instante
de una cámara fotográfica
que todo lo detiene.
La vida en mayúsculas
vivida con generosidad,
percepción y amplitud.
...
La inspiración se descalza,
se quita los tacones opacos
y susurra como las transparencias
de un colorido firmamento
o humedece a tu alma
con el rocío de una madrugada.
...
Ante lo que la inspiración nos aporta
nos sentimos como chiquillos:
Despiertos, preguntándonoslo todo.
Cuadros o versos que nos hablan
de lo más bello, burlesco y cruel.
...
Cirios iluminados,
jugando entre las sombras,
dibujando imágenes
que nos llegan
en infinidad de formas.
Inspiración, acércate a mí
para que yo te cante
plasmándote, eternizándote.






sábado, 21 de noviembre de 2015

Mujer sobre lienzo
Tristísima y adorable chiquilla,
el alma se me escapa al verte,
me apena descubrirte así,
tus bellos ojos
no enjugan lágrimas,
¡llora por mí!
deja caer tus lamentos
sobre mi manto negro
dorado de estrellas,
ese será tu consuelo
y mi bendición.
...
Tu cutis pálido,
tus pupilas
de un torrente verdoso,
tus cabellos
como fuente anaranjada,
tus contornos bien dibujados.
...
Mi adorable niña
me duele el ánima
cuando te miro
y tú no me devuelves ese mirar.
...
Cántame tus dulces sueños,
tu distinguido vuelo
de lluvia atrapada
en los ventanales de cristal.
...
Tu porte fino y seguro
rojizo y amarillento,
tu delicadeza que rompe
con esa rudeza que soy yo.
...
Cántame tus ilusiones
desde ese lienzo
en el que yo te plasmé
y vuela, vuela chiquilla
con mis pinceles te di alas
y ahora te me escapas
con tus ojos húmedos
de gotas de agua apagadas,
de luces oscuras
de música sorda.
...
Me cuentas
que hice de ti una esclava,
que te vas a otros puertos
con la estela amarga
que yo te ofrecí,
fuiste mi viva creación
y ahora huyes de mí sollozando.
...
Mi chiquilla bañada en plata
se libre, vive tus sueños
y ese amor que te ofrecí
con mis pinceladas
que ahora derraman
pintura negra, soledad opaca
y es que te pierdo, niña mía,
te soñé un día
y hoy la que sueña en verde
eres tú, mujer.
...
¿Por qué sonríes ahora,
si yo no dibujé esa risa?
¿acaso te ofrecí tanta libertad
con mi alma apuntando en tu rostro?
Tus labios blanquecinos
me susurran tu vuelo
que será en la noche mas clara.
Te regalaré mi capa negra
de estrellas,
húmeda del rocío
de tus ojos vibrantes,
penetrantes,
que destilan aceite
y aguarrás.
...
Niña mía vete pronto
en un suspiro mío
con tu andar mas sinuoso
antes de que me cubra
la luz mas oscura,
la mas intensa
la que mas me ciega.











domingo, 8 de noviembre de 2015

Transgresión

Mis pies apacibles, doloridos y descalzos
caminan por este mundo
bañado en piedras coloridas,
tapiz elaborado,alfombra limpia que piso,
mis manos palpan esas humedades,
su torso es singular y elegante.
...
El apreciado mar embravecido
me recibe manso, con dignidad,
me dejo atrapar por su corazón
verde y salvaje como gigante
que me envuelve en su totalidad
como almohadas rizadas forradas de luz,
bajo una asombrosa puesta de sol.
...
Las poderosas rocas
se estrellan en mis ojos
en una foto instantánea
de durezas que absorben
el hilo de mis pensamientos,
se disuelve en mis pupilas
su rocío de gotas de agua pura,
cristalina y salada..
Reinado en infinidad de sombras,
de sueños que tiritan de frío,
y tienen alas,
espuma que se crece con furia
adornando esa extensa playa
solitaria, ruda y singular,
cubriendo mi manto
de un cielo oscuro
que se lamenta amargamente,
los sueños se me escapan
de las grandes manos de un océano
de plata líquida, vaporosa.
...
Desde el pecado vine a curarme
y ni el mismo dios me absolverá
me entrego por entero
a las transparencias
en un reflejo que se descubre bajo las olas
me siento como esa agua, embravecida,
un cielo rojizo viste mi desnudez
las alas de mis quimeras no vuelan
la humedad apaga sus hilos de nácar
hasta que la dignidad del sol
las seque con sus destellos.
...
Me encuentro tendida en la orilla
bajo un cielo que se subraya
del mismo color que el mar
confundiéndose en él,
sobre ese mundo de piedras
que curan mi espalda,
sobre esa ilusión de olvido elegante
que me llena de besos
con su cuenco estrellado,
con sombreros de plata
cosquilleando mi cuerpo.
...
En la orilla descalza de la basta playa
observo mi segunda piel
mojada de ese monstruo salado e inmenso,
la primera se la bebió el océano
en su copa de corazón de barro.
En su traspirar caliente
la brisa de mar acaricia
mis párpados azules,
susurrándole a los poros
de mi epidermis blanquecina
que no hay pecado,
desdibujando mi angustia
me ha dado permiso
para volver a pecar.
...
-Yo soy el mayor desliz.
Me canta el mar
en un suspiro, hilo musical.
-Tú eres puro y translúcido.
Le digo yo repleta de sombras.
-Hasta que llegaste tú
y rompiste con mi sagrada soledad,
con mis mas bellos pensamientos,
con mi mas bravío silencio,
con mi música sorda
y osaste pasear mi alfombra
de piedras que danzan
como damas coloridas,
observaste sin reparos
a esas rocas amigas mías
que gritan mis silencios,
en donde mis alas vuelan
como olas que atropellan
su autentico estado rocoso
y soñaste bajo ese cielo
transparente de ilusiones.
Pecado soy yo, mujer,
desde que me amaste tú.
...
El mar me sonríe
delatándose, encantador,
yo me voy más viva que nunca
y el reinado de esa playa solitaria
se disuelve en mis ojos estrellados
como el airecillo suave y transgresor
de un abanico malva.





martes, 27 de octubre de 2015

Mi tierna niña

Mi tierna niña,
deslumbran tus ojos
de inocencia
jugueteando en tu rostro
de azúcar plateado
sabor a caramelo,
en contraste con el vivo rojo
de tu jersey
bellamente reflejado
en el espejo de tu puesta de sol
en donde admiro tu viveza,
tu ilusión de chiquilla,
tu naturaleza pura e ingénua,
de un mundo
que te lo comes a besos.
...
Tu brillante diadema
de jilgueros que trinan,
tu ancha estela de mar
y ese barquito de papel
que no se desploma.
Reinventas tu imaginación
mi tierna niña,
estás rebosante
de ilusión y de vida,
de lilas y azucenas blancas,
de poemas
que silban a mares,
de magia y rocío,
de madrugada,
de sueños bañados
en pintura tenue,
de alegres canciones,
de laureles húmedos.
...
Te observo andar
delicadamente
siempre hacia adelante
y en un suspiro,
no miras atrás,
jugueteas por el camino,
tus cabellos danzan
al capricho del viento.
Me hace feliz verte,
me lleno de un amor
que huele a romero,
me contagio de tu tiempo,
de tu gran verdad.
...
Tus palabras musicales
dibujan senderos
de pura magia,
naturaleza que sonríe
verdes pasteles,
tu alma limpia
de una lluvia que empapa.
Te sigo como a una estrella
que casi sin darme cuenta
se me escapa.
...
A María, mi hija.



jueves, 15 de octubre de 2015

Flores rojas

Te veo en el fondo de un riachuelo
como cristal transparente,
agua que tropieza entre el pedregal,
como estatua firme, estática.
Una llovizna resuena
en el estrecho del bosque,
siempre vas conmigo
allá donde voy yo.
...
Tus bastos ojos oscuros,
tus pobladas cejas,
la armonía
de tus cabellos despeinados,
las mañanas de tus labios azulados,
tu mirada fría de sueños perdidos.
Tu cuerpo es ese fresco manantial
en el que reina la abundancia,
corriente de agua que se despeña
a una altura de vértigo,
vértigo que siento yo en mi piel.
...
Me duele la sonrisa al verte
como hielo fundido que respira
por los poros de mi lánguida esencia,
se me escapa el alma
jugueteando inocente
hacia el pico mas elevado
de una montaña salvaje y helada
con punzones hirientes
hirientes como mi sombra,
todo se percibe mas pequeño
desde las grandiosas alturas
y mas grande.
...
Exhalo aire con profundidad
pero mi espíritu solo te ve a ti.
Llueve, un velo de granizo
cubre mi cuerpo y mi alma,
mis ojos se abren
como cortinas de luz
derramando gotas de sangre.
...
Me descubro sola
entre la nieve
y los verdes del pico mas alto,
me estoy muriendo
entre suspiros y sollozos:
De cielos tormentosos,
de un sol que se me escapa,
de lunas heladas,
al viento de una cometa
de agua que se derrama
perdiéndose en el olvido
de tus noches sombrías.
...
Mis ojos cristalinos divisan
un camino pedregoso de flores,
flores rojas encendidas
desafiando a la nieve
de aquellas montañas,
calentando mis entrañas,
curando sabiamente mis heridas
devolviéndome a la vida.
...
El hielo se funde a mis pies
mi alma ya no derrama lágrimas,
con firmeza camino montaña abajo
de este último recuerdo,
esta última esencia.
El cielo comienza a clarear,
-las huellas que mis pies
van marcando,
son solo mías.