jueves, 27 de noviembre de 2014

Poemas del amor y de la muerte 1

Entra el amor
por todas mis puertas;
las paredes blancas,
la luz deslumbrante.
Amor a la vida,
amor a mí misma,
a mi familia,
a la oscuridad,
a la nada,
allí está hoy
mi hermoso padre,
allí estaremos todos
algún día.
Siento amor
a la hoja ya marchita,
al brillo del sol,
a la naturaleza entera.
A los enfermos,
a los desprotegidos,
a los cuerpos vivos o muertos,
a la rutina,el día a día,
al peso y a la elasticidad.
Siento amor por el mundo,
nuestros antepasados también,
las relaciones humanas,
la gran fiesta de la comunicación
entre unas personas y otras,
porque somos todos iguales
iguales y diferentes.
Amo los desafíos,
la tristeza y la alegría,
lo tierno y lo duro de la vida.
Amo a esa serpiente
que nos envuelve a todos.













domingo, 16 de noviembre de 2014

Ella cantaba

Ella cantaba a la mañana,
a los lirios de plata,
al viejo monte
que le hablaba con cortesía,
a los cielos encendidos,
al verde mar
de cuerpo rabioso
monstruo salado
inocente y salvaje.
.
Ella cantaba a la mañana,
al frío de los ríos pedregosos,
al sonido de los árboles cantores,
a las máscaras de las gentes
deambulando por la ciudad,
cantaba a la mañana impregnada
en un bálsamo de inocencia
como los bosques silbantes
distraídos, perezosos.
.
Ella cantaba a la mañana,
y soñaba con la noche
que todo lo burlaba
burlaba a las momias disfrazadas
y a los malsonantes cantos.
Cantaba a la mañana fresca
de una lluvia distinguida
que besaba su piel arenosa

de una cala rocosa y solitaria.

viernes, 14 de noviembre de 2014

Alas de mariposa

El bebe succionaba la leche materna
La niña escuchaba el llanto de la madre
El mismo llanto que humedecía las telas del fraile
en la iglesia
mientras la hermana recogía los chavos y caramelos
de la plaza.
El fraile visitó a papá y le explicó que mamá
estaba muy enferma.

Estaba muy nerviosa
movía las faldas blancas de mi vestido
que me venía grande,
me lo dio mi prima a la que le quedaba pequeño.
Los zapatos disimulaban su holgura
con un par de algodones en los talones,
iba a recitar una poesía
me había enseñado mi abuela materna,
gané el premio y me puse muy nerviosa
tenía que decir unas palabras
no se me daba bien hablar,
me limité a decir gracias.

No me sentía querida por nadie en el colegio,
pero tenía alas de mariposa,
escapaba de allí, volaba con ellas
y disfrutaba cada día del botellín de leche
que nos proporcionaba unas manos de ángel.
Eran las dos cosas que más me gustaban.

Cuando papá nos anunció que nos íbamos a vivir a Valencia
supe que no echaría a nadie en falta
la ciudad era toda una promesa
que yo no adivinaba.
Continué ausente, aferrada a mis alas de mariposa
y sobrevolé las nubes.

A papá no le preocupaba que no me fuera bien
en el colegio,
El decía que nos casaríamos con un chico guapo y trabajador
y que seríamos buenas amas de casa.
A falta de pan leí mucho,
y descubrí a Ana María Matute, en “Los niños tontos”
tal vez yo era una niña tonta
porque tenía alas de mariposa

y sobrevolaba las nubes.

domingo, 2 de noviembre de 2014

El amor

El amor es la casa que habito,
la lumbre que me calienta,
el pozo hondo que me sacia,
la cascada que me da esperanza,
el río en donde mi sangre se ensancha.
Nada puede con este amor que siento
en el que cada nuevo día crezco
y envuelta en él me rindo
pese a las maldades e injusticias
que desafío,
me mantengo firme
con la mirada en el gran cuerpo
del basto mar y en su perfecto horizonte.
Mis pies embarrados
besados por las tierras del monte
que visten mi cuerpo hoy ausente
de oscuridad, pues siembra la luz
y se detiene en la naturaleza bella
de aquello que nos rodea.
Hay que luchar
siempre con esperanza y amor
con lucidez y optimismo,
no hay que eludir la realidad
pero tampoco desesperar
y poner a trabajar nuestra única verdad.
Penetro en la vegetación
que envuelve a ese río,
su belleza y singularidad me acoge,
sus raíces miman y acarician
mi pequeño cuerpo
y la tierra que piso,
tierra perfecta, soñada,
tierra amada, robada,
como perfecto es dejar así
nuestro sello de amor personal
para volver a ella limpios

en ese suspiro último.