martes, 27 de octubre de 2015

Mi tierna niña

Mi tierna niña,
deslumbran tus ojos
de inocencia
jugueteando en tu rostro
de azúcar plateado
sabor a caramelo,
en contraste con el vivo rojo
de tu jersey
bellamente reflejado
en el espejo de tu puesta de sol
en donde admiro tu viveza,
tu ilusión de chiquilla,
tu naturaleza pura e ingénua,
de un mundo
que te lo comes a besos.
...
Tu brillante diadema
de jilgueros que trinan,
tu ancha estela de mar
y ese barquito de papel
que no se desploma.
Reinventas tu imaginación
mi tierna niña,
estás rebosante
de ilusión y de vida,
de lilas y azucenas blancas,
de poemas
que silban a mares,
de magia y rocío,
de madrugada,
de sueños bañados
en pintura tenue,
de alegres canciones,
de laureles húmedos.
...
Te observo andar
delicadamente
siempre hacia adelante
y en un suspiro,
no miras atrás,
jugueteas por el camino,
tus cabellos danzan
al capricho del viento.
Me hace feliz verte,
me lleno de un amor
que huele a romero,
me contagio de tu tiempo,
de tu gran verdad.
...
Tus palabras musicales
dibujan senderos
de pura magia,
naturaleza que sonríe
verdes pasteles,
tu alma limpia
de una lluvia que empapa.
Te sigo como a una estrella
que casi sin darme cuenta
se me escapa.
...
A María, mi hija.



jueves, 15 de octubre de 2015

Flores rojas

Te veo en el fondo de un riachuelo
como cristal transparente,
agua que tropieza entre el pedregal,
como estatua firme, estática.
Una llovizna resuena
en el estrecho del bosque,
siempre vas conmigo
allá donde voy yo.
...
Tus bastos ojos oscuros,
tus pobladas cejas,
la armonía
de tus cabellos despeinados,
las mañanas de tus labios azulados,
tu mirada fría de sueños perdidos.
Tu cuerpo es ese fresco manantial
en el que reina la abundancia,
corriente de agua que se despeña
a una altura de vértigo,
vértigo que siento yo en mi piel.
...
Me duele la sonrisa al verte
como hielo fundido que respira
por los poros de mi lánguida esencia,
se me escapa el alma
jugueteando inocente
hacia el pico mas elevado
de una montaña salvaje y helada
con punzones hirientes
hirientes como mi sombra,
todo se percibe mas pequeño
desde las grandiosas alturas
y mas grande.
...
Exhalo aire con profundidad
pero mi espíritu solo te ve a ti.
Llueve, un velo de granizo
cubre mi cuerpo y mi alma,
mis ojos se abren
como cortinas de luz
derramando gotas de sangre.
...
Me descubro sola
entre la nieve
y los verdes del pico mas alto,
me estoy muriendo
entre suspiros y sollozos:
De cielos tormentosos,
de un sol que se me escapa,
de lunas heladas,
al viento de una cometa
de agua que se derrama
perdiéndose en el olvido
de tus noches sombrías.
...
Mis ojos cristalinos divisan
un camino pedregoso de flores,
flores rojas encendidas
desafiando a la nieve
de aquellas montañas,
calentando mis entrañas,
curando sabiamente mis heridas
devolviéndome a la vida.
...
El hielo se funde a mis pies
mi alma ya no derrama lágrimas,
con firmeza camino montaña abajo
de este último recuerdo,
esta última esencia.
El cielo comienza a clarear,
-las huellas que mis pies
van marcando,
son solo mías.