Flores rojas
Te veo en el fondo de un riachuelo
como cristal transparente,
agua que tropieza entre el pedregal,
como estatua firme, estática.
Una llovizna resuena
en el estrecho del bosque,
siempre vas conmigo
allá donde voy yo.
...
Tus bastos ojos oscuros,
tus pobladas cejas,
la armonía
de tus cabellos despeinados,
las mañanas de tus labios azulados,
tu mirada fría de sueños perdidos.
Tu cuerpo es ese fresco manantial
en el que reina la abundancia,
corriente de agua que se despeña
a una altura de vértigo,
vértigo que siento yo en mi piel.
...
Me duele la sonrisa al verte
como hielo fundido que respira
por los poros de mi lánguida esencia,
se me escapa el alma
jugueteando inocente
hacia el pico mas elevado
de una montaña salvaje y helada
con punzones hirientes
hirientes como mi sombra,
todo se percibe mas pequeño
desde las grandiosas alturas
y mas grande.
...
Exhalo aire con profundidad
pero mi espíritu solo te ve a ti.
Llueve, un velo de granizo
cubre mi cuerpo y mi alma,
mis ojos se abren
como cortinas de luz
derramando gotas de sangre.
...
Me descubro sola
entre la nieve
y los verdes del pico mas alto,
me estoy muriendo
entre suspiros y sollozos:
De cielos tormentosos,
de un sol que se me escapa,
de lunas heladas,
al viento de una cometa
de agua que se derrama
perdiéndose en el olvido
de tus noches sombrías.
...
Mis ojos cristalinos divisan
un camino pedregoso de flores,
flores rojas encendidas
desafiando a la nieve
de aquellas montañas,
calentando mis entrañas,
curando sabiamente mis heridas
devolviéndome a la vida.
...
El hielo se funde a mis pies
mi alma ya no derrama lágrimas,
con firmeza camino montaña abajo
de este último recuerdo,
esta última esencia.
El cielo comienza a clarear,
-las huellas que mis pies
van marcando,
son solo mías.
Bella tristeza plasmada en poema
ResponderEliminarhermoso poema que abre una ventana...,.
-
Salud, suerte y un fuerte abrazo, Aurora.
Pasión pura encarnada en tu palabra, en tí misma. Fulgurante.
ResponderEliminarGracias y saludos.
Sí Eloy, esa ventana abierta que nos lleva a "uno mismo"
ResponderEliminarUn beso y mucha salud para ti también.
Alfonso me alegra mucho que hayas encontrado pasión en mis versos.
ResponderEliminarTe regalo un ramillete de flores rojas con todo mi afecto.
Un saludo.
Mi querida Aurora: precioso, dulce, tierno y triste es el poema que nos regalas. Tus letras son versos que al leerlas nos hacen soñar....besos
ResponderEliminarFlores rojas siempre hay en nuestro camino.
ResponderEliminarMe encanta que soñando os haga soñar.
Un beso muy grande querida amiga Águeda
Un mar de amapolas rojas para nuestra Agueda, pastora de suenos, sacerdotisa de aguas vivas.
ResponderEliminarY las huellas no son solo las tuyas... vamos nosotros contigo.
Besos
Sí igoa, os he descubierto en mi camino, tras leer mi poesía.
ResponderEliminarMiles de gracias.
Un beso