Pinceladas hogareñas
Al leve aire de un verano cualquiera,
el cielo de un azul y una mirada intensa: tranquilo, limpio, genuino,
delicado...
Un calor pesado, húmedo, agotador. Me
ardían la cabeza y el alma en tinta transparente, debatiéndose
entre ellas en una guerra sin fin.
Yo me mecía en una hamaca color crema,
a mi ánimo y desánimo.
Una hoja verde cayó en mi hombro
enojado, su brillante perfume era dulce a un firmamento mojado,
quizás debido a unas minúsculas gotas de lluvia que humedecían el
solado de ese terrado mezquino,pero el viento silencioso y suave se
la llevó, con su simpático y revelador airecillo, y aterrizó en el
ingente jardín de mis latosos, insufribles vecinos.
Observé las raídas cuerdas de un
metal robiznado, de un viejo columpio que me miraba desafiante
cantándome sus miserias.
......
Me iré de este lugar, con paso firme,
que me huele a fantasmas borrachos, al sol seco de un verano sucio y
de vértigo que quiero de una vez y por todas dejar atrás.
Vuelven las gaviotas y no hay mar, les
daré pescado fresco, son bellezas íntegras de la extraordinaria
naturaleza, las dejaré pasar a mi humilde hogar, que yo misma he
creado: de sol y de lluvia, tonalidades frescas, silencios tostados
de luz, cielos limpios, pausados, sin lágrimas, sonrisas plácidas y
benevolentes.
-Serpentina ondulada -
Aurora, cada nuevo día es el primero del resto de tu vida.
ResponderEliminarOlvida el daño y recuerda la alegría.
Todo es pasajero, todo es provisional, todo es un soplo.
Si eres feliz me haces feliz.
-
Un beso.
Un hogar dulce y magnífico lleno de todos tus detalles poéticos. La felicidad puede estar al alcance de quien quiera encontrarla.
ResponderEliminarGracias y saludos.
Eloy, es cierto, hay que vivir intensamente cada día, la felicidad se compone solo de instantes, es importante no despistarse y aprovecharlos.
ResponderEliminarUn besito
Mi hogar, Alfonso, que yo misma he creado, sin dejar nunca a un lado la realidad.
ResponderEliminarYo a la felicidad la llamaría " momentos placenteros" ya que esta no es estática y sí que es muy vulnerable.
Un saludo
Magnífico leer esta prosa poética en este día de frío y viento en Madrid. Invita a ese hogar "de sol y de lluvia, tonalidades frescas, silencios tostados de luz..."
ResponderEliminarFelicidades. Abrazos.
Bellas tus pinceladas! Yo te imagino en "tu hogar" sentada plasmando con insuperable maestria ese mundo que has sabido crearte y que ahora deseas abandonar para siempre.
ResponderEliminarLa Naturaleza nos acompana, nos mece, nos vivifica.
Besos
Muchas gracias Celeste, por recoger esos versos de mi prosa, siempre me alegra verte por aquí.
ResponderEliminarTambién en Valencia hace viento y frío, pero el frío es húmedo y se te cala por los huesos por mucho que te abrigues.
Un beso
Un beso
hay que abandonar siempre una parte de nosotros mismos para abrirnos a lo nuevo.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte igoa.
Mi querida poeta: maravillosas pinceladas hogareñas....vive el día a día de la mejor manera posible. Un beso
ResponderEliminarGracias Águeda, me alegra que te guste.
ResponderEliminarUn besito
¿Latosos e insufribles vecinos?. Si, mejor salir corriendo, si no puedes echarlos a ellos, porque un jardían asi, ni es jardin ni es nada.
ResponderEliminarTienes razón Carlos, hay que escapar por la via rápida. ;)
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